Cualquier coche que se precie cuenta con una caja de cambios, que es el sistema de transmisión encargado de darle la fuerza necesaria a las ruedas desde el motor para que aquellas se pongan en funcionamiento. Es decir, es la que procede a permitir al conductor el cambio de marchas.
No obstante, en muchos automóviles la caja de cambios es automática. Eso lo que supone es que la misma se encarga por sí sola de acometer el paso de una marcha a otra sin necesidad de que lo haga quien está el volante. Precisamente por eso son numerosos los ciudadanos que buscan ya comprarse un vehículo con ese sistema por la comodidad que ofrece.
El inconveniente más notable que pueden tener los automóviles de ese tipo es que una reparación de caja de cambios automática resulta más compleja que la de una manual. Por ese motivo, se requiere contar con el respaldo de profesionales especializados en la reparación de caja de cambios automática Mercedes, por ejemplo.