Por muy buenos conductores que seamos, es prácticamente imposible eludir los arañazos en nuestro vehículo, sobre todo si este duerme en la calle.
Las partes frontal y trasera junto con los retrovisores suelen ser las piezas que más sufren ante el posible contacto con otros coches. Cuando se producen arañazos profundos, lo mejor es recurrir a un taller en el cual se aplique pintura para vehículos.
En estos talleres pueden volver a pintar cualquier pieza con el color exacto del vehículo para piezas más dañadas por accidentes o alcances, la pintura no es suficiente y hay que recurrir a repuestos para vehículos.